Fundada en 1963, Chifles Chips echó raíces en Tampa, Florida, inspirada por los vibrantes vendedores callejeros de La Habana, Cuba. Aunque los snacks sin gluten y veganos no estaban en el centro de atención en ese momento, los fundadores sabían que la deliciosa inconfundibilidad de los chips de plátano era un secreto demasiado bueno para guardarlo.
Tony Rivas Sr., recién llegado de Cuba, rápidamente se convirtió en el distribuidor más grande de Chifles en Florida, encendiendo una herencia que su hijo, Tony Jr., abrazaría con entusiasmo. Juntos adquirieron la empresa, decididos a llevar los irresistibles chips de plátano de Chifles a las tiendas de todo Estados Unidos.
Una noche de viernes, en noviembre de 2017, justo unos meses después de tomar posesión, una tragedia golpeó cuando un incendio accidental destruyó el almacén de Chifles. Surgiendo de las cenizas, la familia Rivas, resiliente como siempre, se unió y trasladó la sede a Miami. Hoy en día, en su nueva instalación, llevan con orgullo un legado de elaborar el chip de plátano perfecto, un testimonio de 60 años de arduo trabajo y dedicación en la búsqueda del sueño americano.
En 2019, Chifles obtuvo el reconocimiento de ser el número uno en chips de plátano en América, según IRi Worldwide, y aún mantiene ese título hoy en día. Este galardón es un testimonio del legado perdurable de la familia Rivas y del amor inquebrantable que los consumidores sienten por la excepcional calidad de Chifles.